
Todo sobre la glándula de Bartolino: ¿qué pasa si aparece una bolita en tu zona íntima?
¿Has notado una pequeña bolita en los labios vaginales y no sabes qué es? ¿Te preocupa que pueda ser algo serio? Tranquila, no estás sola. Muchas mujeres entre los 25 y 50 años han pasado por este susto silencioso, que suele tener un nombre muy específico: quiste de la glándula de Bartolino.
La buena noticia es que no se trata de una condición peligrosa en la mayoría de los casos. Sin embargo, sí es algo que merece atención médica. Y quién mejor para contártelo que el Dr. Adrián Castro, gineco-obstetra y especialista en salud femenina y oncológica de la mujer, con consulta en la Clínica Bíblica de Costa Rica. En sus propias palabras:
«La glándula de Bartolino es una glándula que todas las mujeres del mundo tienen en su introito vaginal, y que tiene una función específica en mantener la zona lubricada con una escasa secreción que se libera todos los días.»
En este blog, te vamos a explicar todo lo que necesitas saber sobre la glándula de Bartolino: qué es, por qué puede inflamarse, cómo reconocer un quiste o un absceso, y qué tratamientos existen —desde el drenaje hasta la marsupialización—. Además, resolveremos las preguntas más comunes de nuestras pacientes, en un lenguaje claro, respetuoso y profesional.
¿Qué es la glándula de Bartolino y por qué puede inflamarse?
La glándula de Bartolino es una estructura anatómica natural que forma parte del aparato reproductor femenino. Está ubicada a ambos lados de la apertura vaginal, justo donde comienzan los labios mayores, en la parte posterior. Su función principal es producir una pequeña cantidad de moco que lubrica la vagina, sobre todo durante la excitación sexual.
El problema ocurre cuando el conducto por donde drena esa secreción se obstruye. Esto genera la acumulación del líquido dentro de la glándula, formando lo que se conoce como un quiste de Bartolino.
El Dr. Adrián lo explica así:
«Al ser una glándula, ésta se puede llegar a obstruir por mecanismos que no tenemos del todo claros, pero que no necesariamente son un proceso infrecuente.»
¿Qué causa esta obstrucción?
Aunque no siempre hay un motivo claro, existen factores que pueden contribuir a la obstrucción:
- Infecciones vaginales recurrentes.
- Irritación o fricción excesiva.
- Cambios hormonales.
- Falta de lubricación.
- Estrés o defensas bajas.
Una vez obstruida, la secreción se acumula y forma una bolita indolora o poco dolorosa, que puede ser del tamaño de un chícharo o llegar incluso a una ciruela. Y si esa acumulación se infecta, entonces se convierte en un absceso de Bartolino, que sí puede ser muy doloroso.
¿Cómo reconocer si tienes un quiste o un absceso?
Uno de los primeros síntomas que lleva a las pacientes al consultorio es la sensación de una bolita o bulto palpable en los labios mayores, normalmente en un solo lado (aunque también puede ocurrir en ambos).
«Puede llevar a la paciente a palparse una bolita en los labios mayores hacia la parte de atrás. Puede ser en ambos lados, aunque lo más común es que sea de un único lado.»
Signos de un quiste de Bartolino:
- Bulto suave y redondo, en un solo lado de la vulva.
- Por lo general no duele.
- Puede sentirse una ligera presión o molestia al sentarse o caminar.
- No hay fiebre ni signos de infección.
Signos de un absceso de Bartolino:
- Dolor intenso y punzante.
- Inflamación importante de la zona.
- Enrojecimiento y calor en el área.
- Dificultad para caminar o sentarse.
- Puede ir acompañado de fiebre o malestar general.
En este punto, es fundamental acudir a un especialista para hacer el diagnóstico correcto y elegir el tratamiento adecuado.
Tratamientos para el quiste de Bartolino: ¿qué opciones existen?
Una vez diagnosticado un quiste o absceso de Bartolino, el siguiente paso es definir el tratamiento más adecuado según el tamaño del quiste, la presencia o no de infección, la frecuencia con la que se repite y el nivel de molestia que causa a la paciente.
El Dr. Adrián Castro nos explica que hay varias alternativas de manejo, desde un simple drenaje hasta la cirugía de extirpación completa, pasando por la conocida marsupialización, un procedimiento frecuente en su consultorio.
Drenaje: solución rápida para casos leves
Cuando el quiste es pequeño, no está infectado y ha aparecido de forma aislada, el tratamiento puede ser muy sencillo: un drenaje ambulatorio. En este procedimiento se hace una pequeña incisión para liberar el líquido acumulado y aliviar la presión.
«Hay una opción que es un drenaje, esto es usualmente en pacientes que presentan únicamente un quiste, o sea, sólo se ha acumulado líquido y no se ha sobreinfectado, y que ha tenido episodios muy, muy aislados.»
Este tratamiento es poco invasivo, no deja cicatriz visible y muchas veces es suficiente para resolver el problema sin necesidad de ir más allá, siempre y cuando no haya recurrencia.
«En esos casos es posible también únicamente hacer una pequeña incisión en la glándula, que esto le llamamos un drenaje, y si no le vuelve a dar problemas a esa paciente, no es necesario hacer mayor procedimiento.»
Marsupialización: cuando el problema regresa o hay infección
Cuando el quiste se infecta, produce molestias intensas o se repite con frecuencia, lo más recomendable es realizar una marsupialización. Este procedimiento busca evitar que la glándula vuelva a cerrarse, permitiendo una salida natural del moco.
«La marsupialización es el procedimiento en el que abrimos la glándula de par en par, y con la ayuda de un equipo de sutura adherimos las paredes de la glándula a la pared vaginal para que no exista la posibilidad de que se vuelva a acumular líquido dentro de la glándula.»
Detalles importantes:
- Se hace en consultorio, con anestesia local.
- Si la paciente lo desea, se puede usar también sedación con anestesióloga para mayor comodidad.
- La recuperación es rápida, de 7 a 10 días.
- La cicatriz es prácticamente invisible, escondida en la mucosa vaginal.
«El procedimiento se hace en el consultorio con anestesia local, aunque si la paciente sí lo desea también se puede sumar anestesia tipo sedación con una anestesióloga.»
«Es importante que la cicatriz posterior al procedimiento es prácticamente imperceptible, queda disimulado dentro de la misma mucosa vaginal y ni la paciente ni probablemente su pareja vaya a notar nunca que ahí se realizó un procedimiento.»
Extirpación de la glándula: una opción para casos crónicos
En algunos casos más complejos —como cuando ha habido múltiples infecciones o ya se han hecho varias marsupializaciones sin éxito— el Dr. Adrián recomienda una solución definitiva: la extirpación completa de la glándula.
«En algunas ocasiones, cuando hemos tenido que hacer muchos drenajes o incluso más de una marsupialización, es necesario hacer una extirpación, o sea, una resección de la glándula de Bartolino.»
Este procedimiento se realiza para evitar definitivamente que vuelva a producirse un quiste o un absceso. Es más invasivo, pero se considera cuando el problema interfiere recurrentemente en la calidad de vida de la paciente.
«Esto con el fin de evitar ahora sí toda la producción de esta glándula y evitar los problemas de las recurrencias de los quistes o de los abscesos de Bartolino.»
¿Qué esperar después del procedimiento? Recuperación y cuidados
La recuperación tras una marsupialización o drenaje suele ser rápida y bien tolerada, pero depende de varios factores como el tamaño del quiste, el estado de la zona y los cuidados postoperatorios.
«La recuperación tiende a ser rápida, usualmente unos 7 a 10 días.»
Recomendaciones del Dr. Castro:
- Reposo de 5 a 7 días para asegurar una cicatrización adecuada.
- Evitar relaciones sexuales o actividades de fricción durante ese periodo.
- Mantener una buena higiene íntima con productos suaves.
- Usar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas.
- En algunos casos, se indicarán antibióticos de forma preventiva.
«Es importante también recalcar que la paciente va a necesitar ciertos días de reposo, entre 5 a 7 días la mayoría de veces para garantizar una mejor recuperación.»
«Al ser una zona vaginal que tiende a tener un roce de una manera muy común y ser una zona muy húmeda, hay riesgo de infección y hay riesgo de que la sutura se elimine o se suelte y por tanto tengamos que hacer una cicatrización más lenta.»
El seguimiento es clave, por eso el Dr. Castro realiza una revisión posquirúrgica para asegurarse de que la recuperación va bien y no hay complicaciones.
Preguntas frecuentes sobre la glándula de Bartolino
Las dudas que surgen cuando una mujer se enfrenta por primera vez a un quiste o absceso de Bartolino son muchas. A continuación, respondemos las más comunes en consulta, con la claridad y experiencia del Dr. Adrián Castro.
❓ ¿El quiste de Bartolino es peligroso?
No, por lo general no representa un riesgo grave para la salud. Sin embargo, puede causar mucha molestia, y si se infecta, genera dolor intenso. Lo importante es tratarlo a tiempo para evitar complicaciones.
❓ ¿Puede desaparecer solo?
Sí, algunos quistes pequeños y sin infección pueden reabsorberse espontáneamente. Sin embargo, si el bulto persiste más de una semana, aumenta de tamaño, o duele, debes consultar.
❓ ¿La marsupialización duele?
El procedimiento no es doloroso, ya que se realiza con anestesia local (y sedación opcional). El postoperatorio suele ser bien tolerado, con una molestia leve controlable con analgésicos.
❓ ¿La cicatriz es visible o afecta la intimidad?
No. La cicatriz queda dentro de la mucosa vaginal y es prácticamente imperceptible. Como lo explica el Dr. Adrián:
«La cicatriz posterior al procedimiento es prácticamente imperceptible, queda disimulado dentro de la misma mucosa vaginal y ni la paciente ni probablemente su pareja vaya a notar nunca que ahí se realizó un procedimiento.»
❓ ¿Puede volver a salir el quiste?
Sí, especialmente si solo se realizó un drenaje. Por eso, en casos recurrentes, la marsupialización o la extirpación son soluciones más duraderas. El médico te orientará según tu caso específico.
¿Cuándo consultar a un especialista?
Es importante no ignorar cambios en tu cuerpo. Si notas un bulto en la zona íntima, no sientas vergüenza. Es algo común, tratable y con excelentes resultados si se aborda a tiempo.
Debes acudir al ginecólogo si:
- El bulto no desaparece en unos días.
- Aumenta de tamaño o se vuelve doloroso.
- Hay fiebre, enrojecimiento o secreción.
- Ya tuviste un quiste previo y ha reaparecido.
En la Clínica Bíblica, el Dr. Adrián Castro brinda atención personalizada, segura y basada en evidencia científica, con un enfoque humano que prioriza la tranquilidad y el bienestar de sus pacientes.
“La paciente va a necesitar ciertos días de reposo, entre 5 a 7 días la mayoría de veces para garantizar una mejor recuperación.”
“Esto va a depender de cada caso individual y la necesidad de uso de antibióticos después de la cirugía también va a necesitar una guía individualizada.”
Cuida tu salud íntima con confianza y sin miedo
La salud íntima no debe ser un tema tabú. Saber qué es la glándula de Bartolino y cómo actuar si aparece un bulto en la zona genital puede marcar la diferencia entre un susto y una solución efectiva.
Gracias al avance de la medicina ginecológica y al enfoque profesional de especialistas como el Dr. Adrián Castro, hoy es posible tratar estos casos de forma rápida, poco invasiva y con excelente pronóstico de recuperación.
Si estás pasando por esto, no estás sola. El primer paso es informarte. El segundo, buscar ayuda médica de confianza.
Si estás atravesando la menopausia —o creés que estás cerca de ella—, si sentís que algo en tu cuerpo cambió, o si simplemente querés prevenir, podés agendar tu consulta con el Dr. Adrián Castro.
👨⚕️ Gineco-obstetra y especialista en salud femenina y oncológica de la mujer
📍 Clínica Bíblica, Costa Rica
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