En el caso de sospecha de malignidad en el ovario, es fundamental realizar un procedimiento quirúrgico para explorar todo el abdomen. Biopsiar los ovarios antes de la cirugía no es una opción segura debido al riesgo de diseminar células tumorales en el abdomen durante la manipulación. Además, los ovarios están ubicados de manera que su extracción requiere un abordaje cuidadoso para evitar dañar otros órganos cercanos, como los vasos sanguíneos y los intestinos.
Por lo tanto, llevamos a la paciente a la sala de operaciones para realizar una cirugía oncologicamente segura, donde se realiza una incisión abdominal para resecar completamente el ovario sospechoso. Durante la cirugía, se envía una muestra del tejido para una biopsia transoperatoria, lo que nos permite obtener una evaluación inmediata del tipo de tumor presente.
Esta cirugía es mayor y puede requerir que la paciente permanezca una o dos noches en el hospital. Una vez que recibimos los resultados de la biopsia, podemos definir el siguiente paso del tratamiento necesario para la paciente.